Hoy, viernes 21 de septiembre, celebramos el “Día Mundial del Alzheimer”. El objetivo de esta iniciativa impulsada por la OMS (Organización Mundial de la Salud) es informar y sensibilizar a la sociedad acerca de esta enfermedad degenerativa, progresiva e irreversible que, solo en nuestro país, afecta a cerca de 4,8 millones entre quienes lo sufren y sus cuidadores.
En 1907, Alois Alzheimer famoso psiquiatra y neurólogo alemán, fue quien identificó por primera vez los síntomas de lo que luego se conocería como Enfermedad de Alzheimer.
Sabemos que el Alzheimer es una enfermedad degenerativa de etiología desconocida, es decir, cuyo origen aún siguen sin saberse. La alteración cognitiva se produce de manera gradual pero continua.
En la primera fase, que dura de 2 a 4 años, se produce un deterioro de la memoria reciente, hay dificultad para recordar y aprender conceptos nuevos , se produce una notoria pérdida de riqueza del vocabulario y comienzan a darse problemas a la hora de recuperar información acerca de acontecimientos vitales. A nivel anímico, nos encontramos con personas que están siendo conscientes de lo que les sucede, lo que provocará cierto grado de agresividad, apatía, irritación y depresión.
La segunda fase comprende un periodo de 3 a 5 años y está protagonizado por un gran deterioro intelectual. Tanto el juicio como el pensamiento abstracto se ven afectados, aparece la desorientación espacio-temporal y se convierte en algo imprescindible que estas personas vivan supervisadas diariamente.
Por último, durante la tercera fase, todos los síntomas neurológicos se verán agudizados llegando al mutismo y encamamiento.
Puede darse un inicio temprano a los 65 años e incluso antes, pero lo más común es que comience más tardíamente.
A pesar de no conocerse su etiología con exactitud, se saben que algunos factores como ser mujer o tener algún familiar con Alzheimer, aumentarán nuestras probabilidades de llegar a padecer la misma enfermedad, por lo que deberemos prestar especial atención si este es nuestro caso para poder recibir la ayuda pertinente en el momento adecuado.
A pesar de que se trata de una enfermedad degenerativa e irreversible, lo que quiere decir que no tiene cura, su detección primaria es fundamental para ayudar a las personas a desarrollar las herramientas necesarias para compensar los futuros déficits y retrasar su llegada.
La iniciativa de celebrar cada 21 de septiembre el día Mundial del Alzheimer sirve para reivindicar que cada vez son más casos los que se dan en España, llegando a registrar unas 650.000 personas afectadas a partir de los 65 años. Esta afectación está comenzado a ser la “nueva epidemia del siglo XXI” apareciendo 100.000 nuevos casos cada año. De hecho, se preve que el número de enfermos se duplique en 2020 y triplique en 2050 con la friolera cifra de 130 millones de enfermos.
Desde 2015 han aparecido más de 10 millones de casos de demencia nuevos en todo el mundo, una media de 1 cada 3 segundos. El día de hoy supone el acto central del Mes Mundial del Alzheimer que celebra la ADI (Alzheimer Disease International/ Asociación Internacional de Alzheimer) cada mes de septiembre para visibilizar la enfermedad y afrontar el estigma que la rodea. Para este año, el lema del Mes Mundial es ‘Cada 3 segundos, alguien en el mundo desarrolla demencia’ bajo la etiqueta #Cada3segundos para las redes sociales.
Según los datos proporcionados a nivel de nuestro país, nos encontramos que España es el tercer país del mundo con mayor prevalencia de la demencia, el 6,3% de los españoles mayores de 60 años, solo nos supera Francia con el 6,5% e Italia con el 6,4%. Esto hay que entenderlo teniendo en cuenta que nuestro país es uno de los que mayor esperanza de vida tiene a nivel mundial.
En 2015, el INE publicó las tasas de mortalidad referentes al año 2013 (no se han encontrado estudios más recientes). Las cifras nos muestran una tasa bruta de 12.775 personas fallecidas por Alzheimer: 3.843 fueron hombres y 8.932 mujeres. Aproximadamente 7/10 fallecidos por Alzheimer son mujeres.
El 13 de abril de 2013 fue aprobado en España un plan de Estrategias del Sistema Nacional de Salud para Enfermedades Degenerativas, entre las que se encuentra el Alzheimer. Sin duda, esta iniciativa fue un gran paso, pero insuficiente y que se queda obsoleta dado la magnitud del problema y la cantidad de nuevos afectados que aparecen cada año.
Además, esta enfermedad acarrea unos elevados costes en el cuidador y sus familias, que en muchos casos no pueden hacer frente a los gastos derivados de la enfermedad, según el estudio “El cuidador en España” publicado por CEAFA (La Confederación Española de Alzheimer). Las ayudas económicas suponen el principal apoyo que a estas familias les gustaría recibir para afrontar la enfermedad.
Sabemos que se trata de un gran problema y que va en aumento año tras año. También sabemos qué es lo que podemos y debemos hacer para su detección temprana, para ayudar a quienes lo padecen y a sus familiares. Somos conocedores de lo fundamental pero, una vez más, se ve la precariedad a la hora de llevarse a cabo las medidas necesarias por el Sistema Nacional Español.
Aprovechemos las jornadas del día de hoy para darle voz a este gran enemigo y que, así, entre todos, podamos defender y exigir nuestros derechos como enfermos, familiares, cuidadores, psicólogos, allegados, etc.
“Mientras unos luchan por olvidar otros luchan por recordar”.
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